
En muchas regiones de Chile, donde la actividad agropecuaria es una de las más relevantes, como en Los Ríos; Nos surge una pregunta urgente: ¿qué está pasando con el recambio generacional? ¿Por qué la juventud prefiere la ciudad a vivir del campo? ¿Es realmente un problema que los jóvenes no quieran volver al campo? ¿O somos nosotros quienes no hemos sabido motivarlos ni inspirarlos con un futuro posible?
“Enamorar a la siguiente generación es el último examen para la sustentabilidad” – Joel Salatin (Ganadero Regenerativo)
Hoy en día, miles de negocios ganaderos familiares enfrentan un riesgo silencioso pero profundo: desaparecer por falta de sucesión. La única certeza de la vida es que en algún momento todos partiremos, por eso es clave aprender a “pasar la posta” (como plantea Martín Quirós) antes de que sea demasiado tarde. La sucesión suele postergarse por miedo, orgullo, falta de diálogo o simplemente desconocimiento. En muchos casos, los hijos recién se involucran cuando los padres ya no están, heredando un negocio sin estructura, sin propósito claro y con muchas veces, conflictos no resueltos.
Aún hoy, muchos ganaderos creen que invertir en el campo es comprarse el último tractor o hacer una mejora en la infraestructura. Pero el verdadero cambio debe comenzar desde adentro: formando a los jóvenes en gestión, liderazgo y visión empresarial. Enseñarles que el campo puede y debe ser un negocio rentable, sustentable y profesional. De lo contrario, puede convertirse en una pesada carga emocional.
Los jóvenes aportan habilidades que el campo necesita con urgencia: dominio de herramientas digitales, nuevas estrategias de comercialización, pensamiento innovador y una mirada sistémica. No se trata de que hagan las cosas como siempre se han hecho, sino de permitirles proponer, probar y liderar. Desde cómo vender mejor hasta cómo optimizar recursos, su participación puede ser el factor que asegure el futuro del negocio familiar. Para esto: Se requiere capacitación. El campo no es solo tierra: es identidad, es cultura y, sobre todo, es futuro. Pero ese futuro necesita nuevas manos, nuevas ideas y nuevos líderes. Involucrémoslos hoy, con visión, herramientas, confianza; pero por, sobre todo, con la verdad.
Columna Diario Austral de Valdivia, domingo 27 de julio de 2025