Hemos visto por semanas que gran parte del centro y sur de Chile, se queman. Los incendios forestales son una de las emergencias más desafiantes que enfrenta Chile cada año. Un alto porcentaje de los incendios están ocasionados por un factor humano. Negligencia, imprudencia o derechamente dolo, es decir, con la intención de generar un incendio. Tan solo en lo que va del año, las cifras que se manejan son 24 fallecidos 3 de ellos Bomberos Voluntarios, miles animales y casas y más de 461.000 hectáreas perdidas, las que contemplan zonas pobladas, agrícolas y forestales. Generando una gran pérdida innecesaria de vidas, viviendas, recuerdos, muchas veces lo único con lo que muchas familias cuentan, una casa, pérdidas económicas para las personas que muchas veces es imposible de recuperar, pérdida para empresas que dan trabajo a cientos de personas, finalmente para todo nuestro país. Resulta increíble tan solo pensar que hay gente que se dedica a iniciar incendios sin medir las consecuencias de los daños que provocan.
Más increíble es ver el esfuerzo, perseverancia y garra de todos los Voluntarios, Bomberos y Brigadistas que arriesgan sus vidas para combatir estos feroces incendios, sometiéndose durante muchos días a temperaturas extremas en condiciones críticas, sin agua sin el equipamiento adecuado. Dejando a sus familias con la preocupación que implica tener que ir a exponerse al fuego, postergar sus trabajos y actividades cotidianas en pos de ayudar, muchas veces sin esperar nada a cambio, es un trabajo anónimo, donde ellos exponen sus vidas. Su labor y dedicación es esencial para combatir el fuego, proteger a las personas y sus propiedades. Es por eso que en esta columna quiero destacar la gran labor que realizan estos “Héroes Anónimos” todos ellos con sus acciones, salvan vidas. Trabajan arduamente en detener el avance de las llamas y controlar la situación. Personas valientes, con dedicación y sacrificio, que se exponen al peligro y muchas veces ponen en riesgo su propia vida. Grandes personas, quienes brindan un apoyo y compromiso tan fuerte con la comunidad, que deberían ser reconocidos una y otra vez.
Admiramos su vocación de servicio y compromiso con la comunidad, que los lleva a seguir adelante. Su función es esencial, debemos valorar su trabajo y apoyarlos en su labor.