MERCADO DEL TRIGO

Este mes de Febrero, los productores de trigo de nuestra región se juegan la temporada. Las cartas ya están sobre la mesa, la mayoría de las tareas productivas hechas, y ahora el resultado final dependerá en buena medida, y sin desmerecer la importancia de las faenas de cosecha, por factores externos al quehacer productivo: condiciones meteorológicas favorables durante el período de cosecha y comportamiento del mercado.
Respecto al mercado, hay dos factores que han conjugado en un costo de importación de trigo considerablemente mayor y al alza con respecto a la temporada pasada: tipo de cambio y precio internacional.
Durante la cosecha 2019, en el mes de febrero, tuvimos un dólar que fluctuó entre 650 y 660 pesos. En tanto, para esta cosecha 2020, estamos comenzado con un dólar fluctuando entorno a los 770 y 780 pesos, es decir, con una variación de alrededor de 18% al alza con respecto a la temporada pasada.
Por otra parte, al analizar los precios internacionales de trigo, se observa que cerramos enero 2020 con precios, en dólares, a niveles similares a los peak de precios que tuvimos durante 2019, según cifras oficiales.
Pero vemos con preocupación lo que está ocurriendo en la industria harinera de nuestro país, donde el costo alternativo de importación de trigo prácticamente no ha influenciado en los precios ofrecidos a los productores, lo cual se puede observar y verificar en las estadísticas publicadas por los organismos oficiales. Por otra parte, con el dólar actual, los precios de los insumos para la próxima temporada podrían subir considerablemente, lo que generaría una brecha muy riesgosa entre los ingresos y los costos de esta actividad productiva.
Por lo tanto, esperamos que esta asimetría se ajuste durante la presente cosecha, ya que será determinante para el resultado de este periodo y para el financiamiento del capital de trabajo para la próxima temporada. Se viene un año de mucha incertidumbre, las señales que de el mercado nacional en el corto plazo probablemente será un factor que podría afectar las intenciones de siembra para la temporada 2020, disminuyendo superficie o sembrando variedades de menor costo y menor rendimiento.