Luego de más de dos décadas, en febrero de 2022 culminará el ciclo de aplicación del Programa para la Recuperación de Suelos Degradados (SIRSD-S) del Ministerio de Agricultura (MINAGRI), y si bien faltan varios meses para ello, los productores que hacemos uso de este beneficio apelamos desde ya para que exista continuidad y se implemente nuevamente, sin interrupciones y por un buen lapso de tiempo.
Las razones para esta petición son varias, pero la principal es que aún está en el ADN de los productores de la zona sur el problema que motivó la creación del SIRSD-S y que deriva de la competencia de productos importados a menores precios desde los países del Mercosur, un inconveniente que afecta a los agricultores desde las regiones del Maule a de Los Lagos y que trabajan rubros como los cereales, raps, carne y leche.
En esa línea, cabe recordar que este programa se originó cuando las autoridades de la época decidieron establecer una serie de medidas, tras los reclamos de los gremios agrícolas del sur. Entre ellas se encontraba el “Programa de Bonificación para las Praderas”, que posibilitó el incremento de la producción ganadera y aportó a los ingresos de quienes se dedicaban a la ganadería de la leche, carne y lana. Este apoyo fue variando en el tiempo hasta transformarse, específicamente en 1999, en el Programa para la Recuperación de Suelos Degradados, tal como lo conocemos hoy.
Entonces, si desde un comienzo esta ha sido una buena política agrícola que, a través de una estrategia compensatoria, ha mejorado la competitividad de los agricultores, ¿Será lo mejor dejarla en el olvido y permitir que culmine su aplicación?. Nos parece que no.
Es más, creemos necesario revisar el contexto político y económico que dio origen a este programa para establecer nuevas herramientas y mejorarlo, de forma que se ajuste a los tiempos actuales y se asegure su éxito en el futuro, de manera que siga aportando al desarrollo del mundo agrícola y al crecimiento económico del país en general.
Como todos sabemos, el sector silvoagropecuario se ha transformado en uno de los pilares del desarrollo económico nacional, incorporando muchos rubros que son parte importante de la oferta exportable chilena y compiten exitosamente en los mercados internacionales; sin embargo, debe tenerse en cuenta que este modelo continúa expuesto a la competencia y a los vaivenes de los mercados, tanto de insumos como de productos.
Además y de acuerdo a los resultados globales de la evaluación que realizaron las autoridades del Ministerio de Agricultura, en estos años se evidencia un avance importante en la recuperación de la fertilidad de los suelos, lo que mejora la productividad y sienta las bases para incorporar otras tecnologías como el riego a nivel predial, con inversiones que le dan dinamismo y empleos a la economía de la región.
Por todo ello, como SAVAL estamos convencidos que es vital prorrogar el apoyo del SIRSD-S durante el próximo año, sin que exista discontinuidad y que se mantenga como unos de los pilares del trabajo de todos los agricultores de la zona sur de Chile.