Por Victor Valentin, presidente de Saval FG.
Ya lo habíamos comentado. La impactante y deficiente conectividad que actualmente afecta a las zonas rurales, es una importante debilidad para el sector. Un ejemplo práctico y tangible de esta situación, se evidenciará en las dificultades que acarreará la implementación de la Guía de Despacho Electrónica (GDE) de forma obligatoria.
Como SAVAL FG, estamos consciente que esta normativa busca modernizar y agilizar los trámites, pero no responde a nuestra realidad cotidiana y a lo que realmente sucede en los campos, y traerá más de un dolor de cabeza a nuestros productores, ya que se trabaja en potreros, sin oficinas cercanas y sin acceso a energía eléctrica o internet. En temporada de cosecha se hacen despachos prácticamente todo el día, en faenas paralelas en distintos sectores y muchas veces sin romana, es decir los kilos son aproximados y se ajustan según recepción.
Esta situación la hemos señalado y planteado en diversas instancias, incluso en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, donde indicábamos que en las transacciones de productos, como leche cruda, animales para faena, granos a molino, no se consigna el peso preciso, mientras que el valor final de venta de la producción depende de los parámetros industriales que se producen al transformar las materias primas, y que generan los valores a liquidar después de este proceso, como por ejemplo en granos: contenido de proteína o aceite, calidad panadera, humedad, rendimiento a la canal en caso de los bovinos en la planta faenadora.
Incluso el Consorcio Agrícola del Sur, CAS, organización en la cual participamos activamente, envió una carta en representación de las asociaciones gremiales de agricultores de la zona Sur, dirigida al presidente de la Comisión de Economía del Senado, para solicitar la discusión urgente al proyecto de ley que modifica la Ley 21.131 y que busca que los contribuyentes del sector agropecuario emitan guías de despacho en soporte de papel (Boletín 12.836-03), dejando a voluntad del contribuyente la emisión de Guías de Despacho Electrónica.
Seguimos buscando las instancias para que las autoridades nos escuchen, y así entiendan que el sector agropecuario vive otras realidades. Hay que tener en cuenta que es un tema que lleva bastante tiempo y la entrada en vigencia ya está ad portas de concretarse. Al final, se hacen las cosas a medias y los productores terminamos perjudicados porque tenemos la cosecha y, como siempre, asumimos con resignación las falencias de las normativas.