Diversas encuestas y variados estudios realizados por distintas organizaciones representantes del sector agropecuario, incluido SAVAL FG, han demostrado ante la opinión pública y las autoridades correspondientes que la conectividad digital o acceso a Internet en las zonas rurales, son deficientes. En el 2018, la Subsecretaría de Telecomunicaciones informó que en Chile 1.495 localidades no tienen acceso a internet. Sin conectividad digital, la calidad de vida en dichos lugares disminuye, con el consiguiente aumento de la migración campo-ciudad y la pérdida de más y más oficios relacionados al campo.
Reconocemos la importancia en este aspecto del desarrollo, debido a que la exclusión del mundo rural en materia digital no es solo un dato sociocultural sino una debilidad productiva, financiera y comercial que afecta directamente la competitividad de las empresas agrícolas, y la calidad de vida de nuestros agricultores.
La razón de este comentario de los párrafos anteriores, se debe a que en enero del próximo año estará definida por la ley N°21.131 la exigencia de la guía de despacho electrónica de forma obligatoria. Dada la situación actual de conectividad en la región y el país, como ya lo mencionamos , consideramos que va a ser de mucha dificultad su implementación por parte de los agricultores.
Esta variable, conectividad digital, la hemos solicitado que sea considerada por los parlamentarios de la Comisión de Economía del Senado y que pueda ser corregida, solicitando que para los productores agrícolas la guía de despacho pueda ser en formato papel o digital, según su conveniencia. Es una modificación que no implica recursos para el erario nacional, pero sí significará una señal potente que hemos sido escuchados por los parlamentarios y, con ello, tendremos una preocupación menos para enfocarnos en lo mejor que sabemos hacer: producir alimentos sanos para los chilenos, aportar con dar trabajo y sustitur importaciones.
Lo anterior, es un ejemplo práctico que el déficit de la coberturas de los servicios de Internet y el acceso a ellos, atenta e impacta muy negativamente en la competitividad y acceso a oportunidades de negocios e información de dicha población. Por ello es que es necesario promover y mejorar la conectividad de las telecomunicaciones, fijando los componentes del sistema, así como sus características y estándares mínimos tanto en calidad y cobertura, así como también la diversidad de oferentes, temas que son prioritarios para nuestro sector, antes que se dicten otras normativas que no consideran y desconocen la realidad de la mayoría de las zonas rurales del país.