Hace unos meses, junto al apoyo de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de la Región de Los Ríos, realizamos una encuesta a los socios de SAVAL F.G. de la cual se pudo rescatar, dentro de otras materias, el interés de nuestros asociados en buscar alternativas para el reciclaje de residuos plásticos generados en las distintas actividades productivas. El resultado no fue sorpresa para el Directorio de la Federación, ya que tiene lógica que quienes aman y viven de la tierra, estén dentro de los principales interesados en cuidarla.
Hay algunos tipos de plásticos como envases de fitosanitarios, fertilizantes foliares, bioestimulantes, y otros, donde se ha avanzado bastaste y hay alternativas disponibles en el país y en nuestra Región. Por ejemplo, el programa Campo Limpio cuenta con puntos fijos y móviles para la recepción de envases que posteriormente son reciclados y utilizados para diversos productos. Esta iniciativa se desarrolla bajo el alero de varias empresas proveedoras y distribuidoras del agro y hoy cuenta con puntos fijos en Los Ríos, específicamente en Mariquina, Paillaco y La Unión.
Pero hay otros residuos plásticos como nylon de silo, sacas, y otros, donde las alternativas de reciclaje se reducen significativamente. En esta línea SAVAL F.G. con el apoyo de SERCOTEC, se adjudicó recientemente un proyecto para buscar y/o crear alternativas de reciclaje para este tipo de residuos y aumentar el abanico de herramientas disponibles para los agricultores.
Además, en el mes de Junio, se realizó un seminario para abordar temáticas relacionadas con la gestión de residuos agrícolas, organizado por SAVAL F.G. junto con la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias (FCAA) de la Universidad Austral de Chile, y el programa Campo Limpio. En esta instancia de conversación se trataron aspectos prácticos del manejo de residuos, así como también se contó con la participación del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para informar sobre aspectos normativos vigentes.
Dentro de la visión de la Federación, no sólo se encuentra velar por el desarrollo de nuestra actividad, sino que también que este desarrollo sea sustentable y sostenible en el tiempo, de manera que las futuras generaciones puedan seguir entregando al país y al mundo la diversidad de productos que nos brindan los campos de nuestra región.