Preocupación e incertidumbre generan las grandes alzas que han sufrido los precios de fertilizantes durante el año 2021, llegando a niveles que podríamos catalogar de históricos. Para los distintos sistemas de producción que se desarrollan en la agricultura regional, por lo general los fertilizantes son insumos críticos para lograr una adecuada nutrición vegetal y con ello poder obtener los rendimientos productivos necesarios para que los proyectos sean rentables, y además puedan satisfacer la demanda de los distintos mercados.
Analizando información global, este fenómeno es a nivel mundial. En el caso del fósforo, la situación actual ha sido catalogada como compleja, con menor oferta de importantes productores, como lo son Norteamérica y China, y aumentos en la demanda mundial.
Por otra parte, el gas natural ha aumentado su precio considerablemente por un aumento de la demanda frente a la oferta. Este combustible, muy usado en la industria de los fertilizantes, ha influido considerablemente en los costos de producción. Eso explica en parte, por ejemplo, que la urea se esté transando en el mercado mundial a valores totalmente fuera de los rangos que podríamos considerar normales.
También debemos sumar los efectos que ha generado la pandemia en las distintas industrias, lo que ha influido en la menor oferta de fertilizantes, y además, en el encarecimiento y disponibilidad del transporte marítimo, lo que finalmente termina repercutiendo en los precios de los productos y en la disponibilidad.
A nivel local, ciertos fertilizantes se están comercializando hasta tres veces los valores que estábamos acostumbrados. Además del precio, hay incertidumbre en cuanto a la oferta disponible, fuentes de fósforo, por ejemplo, se encuentran con stocks muy limitados.
Los precios en el exterior siguen firmes, y si consideramos que el proceso de compra a nivel internacional está complejo, y que lo que se compra hoy llega a Chile en unos meses más, probablemente los precios seguirán firmes al menos los primeros meses del año.